viernes, 14 de diciembre de 2007

Dos Viejas en el ultimo Fuckin' Manteca Bar


Hoy viernes 14 de diciembre tuvimos el agrado de concurrir al ultimo fuckin' manteca bar que ofrece el Show de la Noticia, programa de radio conducido por Roberto Pettinato, Petti o Peppi (por Peppinato, como mal lo bautizaron en la famosa entrega de premios de la música... el payaso Peppinato quedo así inmortalizado) para los íntimos.

La verdad que me sorprendió como las cosas se sucedieron tan bien. Por lo general, cuando planeamos algo con Beba para hacer o entretenernos siempre, SIEMPRE, sale mal, es por eso quizá que nos hemos resignado a dejar al tiempo hacer su pasaje lento por nuestras aburridas y rutinarias vidas que, de vez en cuando y por decisión "divina" nos sorprende con cosas de este estilo.

Todo comenzó hace un tiempo (bastante largo, digamos 1 año, aproximadamente) cuando le comente a Beba la idea de ir a presenciar el programa del viejo Peppi, pero siempre por uno u otro motivo nunca concretaba la idea. El martes pasado, no se por que motivo, si por la embolia de tener que haber ido a la oficina a las 7 de la mañana para hacerle la entrega de un trabajo a un cliente o porque la "divinidad" me ilumino, y mientras esperaba a los que tenían que venir tome el teléfono y llame a la radio para pedir entradas para el show. Para mi desgracia, me atendió una maquina.
Ese vil aparato que se interpone entre las personas y destruye todo concepto de dialogo además de inhibir hasta el mas alto grado de raciocinio, con su melodía triste y cancina de palabras redundantes de opciones que se suceden, inservibles hasta alcanzar la deseada (porque siempre que te atiende una maquina que te da opciones, la que necesitas, es por default -invariablemente- la ultima) aburre al receptor de manera sublime y hasta me arriesgo a decir que provoca pequeños aneurismas que nos bloquean las ideas haciendo imposible la decisión, una vez superado el obstáculo de las opciones (que por cierto, son siempre muchas!) de dejar un mensaje grabado, el cual siempre sonara estupido, incierto, redundante, lleno de muletillas (esteeeee, y bueno, nada, esteeeeee, no yyyyy, bueno, nada, esteeeee), temeroso, inseguro e incompleto.
Decidí que no era presa de esa maquina infernal que me hablaba con voz de extraño, de una persona que inmortalizo sus palabras en el tiempo para sonar siempre igual, y corte!
Nuevamente, la "divinidad", cansada ya de mi inutilidad me golpeo nuevamente para en un acto casi involuntario volver a discar los dígitos malditos que conducían a ese conjunto de palabras vacías y al piiiip que indicaba que me había convertido en una maquina mas tras haber estudiado el mensaje a grabar y reiterarlo varias veces para evitar equivocaciones y datos fallidos. Maldita maquina, por esta vez, ganaste.
Muy contenta fui a contarle a Beba lo que había acontecido cuando la vi. Muy contenta se puso ella al recibir tremebunda noticia que le alegro el día entero. Ahora solo faltaba esperar que me devolvieran el llamado para confirmarme las entradas.
Expectantes, felices, y ansiosas pasamos todo el martes, ansiosas el miércoles a la mañana, ya indiferentes por la tarde. Pensábamos que ya no había chance... que todo había sido en vano y que de todas formas había sido un buen intento. El jueves, me suena el celular muy temprano. "Hola?", pregunto. "Ho..a ...bla fernan...........dio.......grama de........to", escupió el interlocutor en frases entrecortadas de las cuales no entendí una sola palabra y con muy mal humor (dada la hora y que además... SOY YO!) respondí, "LO QUE?, PERO QUIEN HABLA?". Finalmente la voz clara se entendió y casi como una disculpa dijo, "Hola, habla Fernando (no me acuerdo y no entendí -o al revés- el apellido) de la radio del programa de Roberto Pettinato. Ah! que sorpresa la mía y cuanta emoción que en breves instantes barrieron con todo mi mal humor como doña Rosa barre la vereda. Me llamaban para confirmarme las entradas al programa!!! "Hola Vieja! NO SABES LO QUE PASOOOOOO!!!!!!!, NOS CONFIRMARON LAS ENTRADAS PARA IR A VER AL VIEJO PEPPINATO!!!!!!", creo que a estas alturas queda claro que con la Vieja Beba sentimos una gran admiración por dicho personaje. Cuando Beba atendió estaba en un cliente haciendo un tramite y como loca se puso a gritar desaforadamente a medida que le informaba las novedades al son de los saltos que propinaba para acompañar sus gritos. "La gente me mira como si estuviera loca!", me dice inquietada. "Y... que raro no? por que será?", le respondí.
había que planear todo ahora, la Vieja Beba tenía que venir a dormir a casa para de ahí irnos juntas ya que es muy temprano el programa y había que llegar a tiempo.
Como siempre nos pasa lo mismo, cuando salimos de vacaciones o tenemos por alguna razón la obligación de resucitar temprano, nos quedamos boludeando mas de lo debido y para variar tomando mate. Cuestión que nos fuimos a acostar a las 12.30 para lo cual nos quedaban escasas 4.30 hs de sueño. Obviamente los mates empezaron a hacer efectos devastadores no solo a nivel físico, sino a nivel mental. Entre las corridas al baño por el excesivo funcionamiento de los riñones y la pasada de rosca que teníamos, además de la ansiedad y la emoción, eran las 2.30 AM y todavía seguíamos riéndonos de pelotudeces, tiradas en la cama con la luz apagada pretendiendo dormir. "Ahora, quiero un pucho!", dice Beba. "Uhhh", queje me, pensó ella mientras se reía y por el contrario le dije "Yo voy al baño (por cuarta vez), vos trae los puchos!, jajajaaj" y nos pusimos a fumar.
"Bueno, basta vieja pelotuda!, hay que dormir!". Las anécdotas y los chistes parecían no acabarse, así que nos forzamos a callarnos la boca y aprovechar esas 3 horitas que nos quedaban para cerrar los ojos un rato aunque sea.
LOS despertadores sonaron puntualmente e iban siendo silenciados de a uno y alargábamos su vida 5 minutos mas, 10 minutos mas hasta que se hacia demasiado tarde.
Beba no tenia monedas, yo no tenia billetes (obvio!) así que nos pague el viaje en bondi, ella pagaba la vuelta en subte. Llegamos, finalmente y tuvimos que esperar un rato afuera hasta que nos dejaron pasar.

"Pero que lugar mas pedorro!", vomite. había me ilusionado con un lugar un poco mas grande, con mesas y sillas para poder tomar el café y comer las medialunas que te invitan, pero no. Aquello no era mas que un rejunte de bancos largos, sin respaldo de lo mas incómodos y las mesas hacían notar su gran ausencia haciendo surgir preguntas como, "Donde voy a apoyar el café?" o "Como voy a hacer con la medialuna, el café y la cartera? SOLO TENGO DOS MANOS POR DIOSSSS!!!", y la peor de las preguntas, "Nos darán desayuno?", inquietante!, mas aun sabiendo que la noche anterior no había cenado a sabiendas de las medialunas que esperaba ansiosa. Afortunadamente, una vez acomodados y el programa empezado, el café y los entremeses arribaron! THANK GOD!
ahí estaba el, tras el cristal que lo separaba del publico, cual monito enjaulado, en su remera colorada de los beatles, los pantalones a cuadritos y la peluca asombrosamente peinada (hasta que se ponía los auriculares) el viejo Peppi haciendo gracias.
De más esta aclarar lo cómico del programa y lo entretenido. Lo que si me vale destacar es lo extrañamente corto que se hace cada segmento hablado por los conductores que parecen mas publicidades ellos que las publicidades reales, digo por el tiempo de aire. No se por que razón, cuando escucho la radio en mi casa, no me da esa sensación, pero estando en la radio y viendo lo que sucedía me percate de la gran cantidad de música que se pasa, la gran cantidad de publicidad y la disminuida cantidad en proporción, de dialogo o coloquio o monologo o lo que fuera de los conductores, es increíble.
Entretenidas en abundancia, apaleando el sueño con la carcajada y el dolor de espalda (y de ogt) con posiciones de lo mas inusuales en el banco, disfrutábamos y saboreábamos cada ofrenda de café con leche y medialunas, churros (y hasta sammmmbuches de miga y coca!) y cada frase y comentario del programa era degustada también. En especial, disfrute mucho al hermano boliviano de González Oro que jocoso en demasía entro a la cabina con un atuendo comiquísimo y dando saltos imitando alguna danza que se supone boliviana, cantaba y contaba todas sus ocurrencias y gracias.
































Y por su parte, Pinguinete hacia apologia de nuestro ex-presi.

Nos tuvimos que ir, lamentablemente, 20 minutos antes por el horario de oficina y apoyando la decisión al unísono nuestras espaldas (y ogts) hacían quórum!
Ahora mientras escribo esto, tengo sueño (ya me abastecí de cafia plus), me duele la espalda y no hay respaldo que alcance y mejor no hablo del ogt, ya estoy buscando a ver donde deje el indeleble, pero no lo encuentro :S ...
 
"Life is not a succession of urgent "now's", it is a listless trickle of "why should I's?" John Wilmot