lunes, 11 de enero de 2010

Memorias

Acomodar mis pensamiento a la loca forma de sobre analizar cada singular aspecto de mi vida no me supone ningún tipo de facilidad. Por el contrario, me lleva a los límites de la insanidad, arrojándome en un espiral descendente que se mueve demasiado rápido, con infinitas posibilidades, probabilidades. Alcanzar una conclusión me consume, me deteriora. A veces, inconscientemente opto por dejar el asunto inconcluso, apelando así a un poco de paz, calma, un break emocional para mi sobre-torturado cerebro que no encuentra salida al dilema.

Por que? Podría ser más fácil resignar el análisis y asumir un camino, una vía posible y arriesgar el fracaso inminentes (mi cerebro no concibe éxitos) y tras él, el sufrimiento subsecuente, inevitable, demasiadas veces vivido y difícilmente olvidado?

Somos autómatas que aprendemos (eventualmente) con cada bofetada que la vida nos da. Algunos saben sobrellevar esos aprendizajes de dolores y reveces y miran hacia adelante. Olvidan (o no). Yo no puedo. No sólo no olvido. Almaceno. Como un array de sufrimientos y experiencias dolorosas y complejas funciones que las entrelazan para obtener todas las posibles consecuencias. No contento con eso aún, mi cerebro no guarda esos arrays en almacenamiento permanente. No. Los mantiene en una cache inevitablemente activa. El array crece y crece, así como los resultados de las funciones. Y yo padezco esos crecimientos cerrándome más y más. Las conclusiones tienden a ser siempre las peores. Me vuelvo asintótica al fracaso con el tiempo como una función logarítmica que se acerca a cero. Y me pregunto si puedoquebrar esa maldita regla que me gobierna y se auto alimenta, crece y se hace más fuerte cada vez. Debería dejarme llevar por el impulso? Me gustaría poder desconectarme el cerebro de vez en cuando. Decir "OK, hoy no te necesito" y dejarlo guardado en el cajón de la mesita de luz. Me pregunto si toleraría las consecuencias de eso? El fracaso nuevamente? Cuánto me estoy perdiendo? Cuánto estoy ganando? Ser una maldita máquinacalculadora y fría se volvió una personalidad para mí, una realidad. Cuánto estoy pagando por eso? Veo los beneficios, pero... cuánto estoy cediendo a cambio?

Por otra parte, arriesgar todo esto en lo que me convertí, si pudiera... cubriría o satisfaría todo eso por lo que pienso que perdería? me volvería,luego de cederlo, a preguntarme si podría recobrar lo que era? lo que alguna vez fui?

No busco mucho de esta vida. No pretendo demasiado de ella tampoco.
Remordimientos? Pfff! Tantos! Qué no daría por volver el tiempo unos seis años atrás y re-hacer todo eso que hice mal. Por pensarlo demasiado, por sobre-analizarlo. Por sacrificar cuatro años a algo que no valió la pena.Por sacrificar la posibilidad de tener aunque sea un momento de felicidaddibujado en un inocente beso de quien sí valía la pena, pero quedó relegadoa mi "moral" y mi re-contra puta conciencia del "respeto" a un infeliz que no hizo más que hacerme miserable. Y esa miseria se extendió, se multiplicó. Y todavía anhelo ese instante de felicidad pura que una vez probé y dejé ir, guardando tan sólo el recuerdo en la memoria del instante de felicidad, del "esto se siente bien!, me siento bien!" que nunca más tuve y cada día me convenzo de que no podré tenerlo. Me cuesta recordarlo. El tiempo es como un garbage collector, una aspiradora que se ensaña en barrer con todo lo que queda en mi memoria y a pesar de que intento arraigarlo con clavos y cadenas, el tiempo me lo está robando, me lo quita sin permiso y cada vez veo menos de él. La imagen se vuelve más y más borrosa, los detalles se pierden hasta que un día dejará de existir ese recuerdo cuya pérdida voy reemplazando con amargura y una gran pena que me oprime el alma y atormenta mi escarchado cerebro.

Se dice que un clavo se quita con otro. Pero estoy en un mundo de Lego. No hay clavos y el clavo que tengo no lo quiero quitar aunque el tiempo me lopelee en una batalla eterna que ya sé que va a ganar.

Deberían inventar un botón de "Reset" para el cerebro. Creo que la terapiade electroshock haría el trabajo. Y aún así existiera el botón, dudo muchoque lo presionaría...
 
"Life is not a succession of urgent "now's", it is a listless trickle of "why should I's?" John Wilmot